lunes, 3 de noviembre de 2014

EL SISTEMA RESPIRATORIO

¿Que es el  aparato respiratorio?

El aparato respiratorio o sistema respiratorio es el encargado de captar oxígeno (O2) y
elimina el dioxído de carbono (CO2)  procedente del anabolisimo celular.

¿Cuales son las parte del apareto respiratorio?
 
Nariz:Formada por dos agujeros de entrada y salida del aire. Están cubiertos de pelos para filtrar 
sel aire.
Boca:Es también utilizada para la respiración.
Faringe: Es un tubo que además de formar  parte del aparato digestibo sirve para conducir el aire.
Laringe:Es un tubo que conduce el  aire. En ella 
se encuentran las cuerdas vocales o menbranas productoras de la voz.
Bronquios:Tubos en los que se ramifica la tráquea y que sirve para cnducir el aire.
 Bronquiolos:Cada una de las ramas en las que se dividen los bronquios.
Pulmones:Son dos órganos en forma de esponja compuesto por millones de bolsitas llamadas
alvéolos.
Alvéolos:Son unas pequeñas cavidades de los pulmones dond de hace el intercanbio de hases.
Dafragma:Muscúlos que ayudan a la respiración junto con los músculos intercostales.

¿Como funciona el aparato respitratorio?

 El  aparato respiratorio es cuando el aire entra por las fosas nasales, es filtrado por los pelos de la nariz
y calentado.
También puede entrar por la boca.
Pasa por la faringe a la laringe y  de alli a la tráquea.De la tráquea se  ramifica en los dos 
bron quios y  pasa a los a los bronquiolos donde continua el camino hasta los pulmones.
E los pulmones llega hasta los alvéolo.
En loas alvéolos se produce el intercnbio de gases: suelta el oxigeno que trae y se lo da a la sangre 
u coge de esta en dióxido de carbono.
Ahora el aire cargado de dióxido de carbono hace el recorrido inverso hasta ser expulsado 
del cuerpo. 
 Cómo quidar el aparato respiratorio
Hay que mantener limpiar las vias respiratorias para ello no se debe obstaculizar con elementos 
estraños como pircing y si retirar el exceso de mocis (sonarse).
 Enfermedades
Rinitis, caterro, faringitis, laringitis, bronquitis y neumoni.

Cancer de pulmon

El cáncer del pulmón debido a la exposición a la sílice está siendo objeto de intensas investigaciones científicas. El centro internacional de investigaciones sobre el cáncer (CIIC) ha determinado que la sílice cristalina es un posible cancerígeno pulmonar para el ser humano. (CIIC, 1987) y, en respuesta a esa posibilidad, el Instituto Nacional de salud y Seguridad ocupacional de los Estados Unidos ha recomendado que se le dé mayor protección posible contra la exposición a la sílice. Algunos investigadores sugieren que la silicosis y no la exposición a la sílice es el factor de riesgo más importante para el cáncer. En cualquier caso, al igual que con el cáncer del pulmón por exposición al asbesto, no hay indicios por el momento de que los cánceres del pulmón asociados al polvo de sílice difieran de otros cánceres del pulmón. No se han encontrado métodos eficaces de diagnóstico precoz que lleven a una intervención fructífera. Puesto que la exposición al polvo de sílice está extendida y el cáncer del pulmón es común, incluso, una pequeña diferencia en el riesgo relativo de cáncer del pulmón derivada de la exposición al polvo de sílice podría entrañar un número considerable de casos de cáncer del pulmón de origen ocupacional.
 Cancer de faringe
https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcT_gJpg-EfwMexUwCNJ9hjjcXtfwL7Ia8uKNnR9k7cN_iVCkS_HNw Cuando las células tumorales están localizadas en los tejidos de la faringe hablamos de cáncer de faringe.
La faringe es un órgano en forma de tubo hueco que comienza detrás de la nariz y baja por la garganta hasta formar parte del esófago. Este órgano incluye el paladar blando, que es la parte posterior de la boca, la base de la lengua y las amígdalas. Tiene como función permitir el paso del aire hacia la tráquea y de los alimentos hacia el esófago.
El cáncer de faringe incluye el cáncer de nasofaringe (la parte superior de la garganta detrás de la nariz), orofaringe (la parte media de la faringe) e hipofaringe (la parte inferior de la faringe, que incluye los senos piriformes).
                                                            ENFERMEDADES


La tuberculosis 
 

La tuberculosis (Tbc) es una enfermedad infecciosa crónica causada habitualmente por un bacilo llamado Mycobacterium tuberculososis (en muy pocas ocasiones por M. Bovis). La afectación pulmonar representa el 90% de todas las formas de presentación de la enfermedad.
Un tercio de la población mundial, unos 1800 millones de personas, están infectadas por el bacilo de la tuberculosis, de los cuales, 30 millones sufren la enfermedad. Existe una clara relación entre tuberculosis y pobreza, siendo considerada la enfermedad como una de las causas de muerte evitable en los países pobres, donde sólo un cuarto de las persones enfermas recibe el tratamiento.
Existen programas específicos de detección y tratamiento tanto a nivel internacional- llevados a cabo por la OMS- como a nivel nacional, que insisten en la necesidad de creación de unidades especiales que garanticen el tratamiento, control y estudio de los contactos de los pacientes, dado que es necesario el cumplimiento terapéutico para conseguir la curación.
Cómo se produce
La forma de contagio de la enfermedad es casi siempre por vía inhalatoria (excepcionalmente por vía digestiva o cutánea).
La falta de ventilación y el hacinamiento favorecen el contagio, y éste aumenta en personas que conviven en la misma habitación, siendo excepcional el contagio a través de un contacto esporádico.
Una vez producido el contagio, el bacilo de la tuberculosis puede permanecer en estado latente (dormido) o producir la enfermedad. La mayoría de los casos de tuberculosis clínica ocurre meses o años después de la infección. La disminución de las defensas inmunológicas pueden reactivar una tuberculosis que se hallaba en estado latente, siendo la afectación pulmonar la más frecuente.
Es por este motivo, que aumentan los casos entre la población HIV (SIDA), constituyendo un criterio de diagnóstico de sida, y es, asimismo, la enfermedad oportunista más frecuente en las personas afectadas del virus del HIV.
Sintomatología
Los síntomas generales como la astenia (cansancio), anorexia (pérdida de apetito), pérdida de peso, febrícula vespertina y sudoración nocturna son los más precoces, pero dado su inicio insidioso pueden pasar inadvertidos.
Entre los síntomas respiratorios, el más frecuente es la tos. La hemoptisis también puede aparecer, pero es menos frecuente, así como la toracalgia o la disnea.
Un 10%-20% de los infectados están asintomáticos y son detectados mediante estudio de contactos o de forma casual.
Debe descartarse la infección tuberculosa ante la presencia de una tos que persiste más de 3 semanas, especialmente en aquellos grupos con más riesgo, p.ej.: inmunodeprimidos o en caso de hacinamiento de personas.

Tratamiento
Se basa en la administración de tres fármacos antituberculosos durante un período prolongado, que suele ser de 6 meses. La utilización de tres fármacos y la duración del tratamiento se deben a la aparición de resistencias al bacilo a los distintos fármacos administrados. En la población HIV el tratamiento se alarga hasta completar 9 meses.
El tratamiento se inicia a la espera de la confirmación del cultivo de esputo, cuando los datos clínicos, radiológicos y bacteriológicos así lo sospechan.
Actualmente, con este tratamiento, se consiguen tasas de curación del 96%
La causa más frecuente de fracaso terapéutico es la falta del correcto cumplimiento del mismo.
El tratamiento puede realizarse en el domicilio si se realiza un correcto aislamiento durante los primeros 15 días del mismo. En general, el paciente puede reincorporarse a su vida laboral a partir de los 2 meses.
Es importante el seguimiento mensual del paciente por parte del personal médico, para valorar el estado clínico del paciente, los posibles efectos secundarios de la medicación y su cumplimiento. Se aconseja realizar baciloscopias y cultivos bimensuales hasta que se negativizan y al final del tratamiento, así como radiografía de tórax a los dos meses y al final del tratamiento.
Tratamiento preventivo
Existen dos tipos de tratamiento preventivo:
Tratamiento preventivo de la infección tuberculosa (quimioprofilaxis primaria).Se basa en el tratamiento a personas con PPD- , convivientes con enfermos bacilíferos, especialmente en niños y jóvenes. Si a los 2 meses de tratamiento, un nuevo PPD resulta negativo, se suspende el tratamiento. En el caso de aparición de PPD+ -en ausencia de lesión radiológica- se mantiene el tratamiento hasta completar 6 meses.
Tratamiento de la infección tuberculosa latente (quimioprofilaxis secundaria). Se basa en el tratamiento de la infección tuberculosa – PPD + y radiografía de tórax normal- ante ausencia de enfermedad, para evitar su aparición. Tiene una duración de 6 meses (12m en HIV) y se realiza una única vez en la vida.
En ambos casos se pretende detener la cadena epidemiológica de la tuberculosis.
Vacunación BCG: Actualmente desaconsejada en los países desarrollados, ante una eficacia discutida. Consiste en la administración de bacterias vivas atenuadas, por lo que está contraindicado en inmunodeprimidos y embarazadas.
Puede ser útil en niños y jóvenes que están en contacto con pacientes crónicos bacilíferos y entre el personal sanitario en contacto frecuente con pacientes tuberculosos o con sus muestras biológicas. En ambos casos, precisa una prueba de turberculina previa negativa.


El ronquido

El ronquido es un sonido que se produce durante la inspiración por el la vibración de las partes blandas de la faringe durante el sueño.
Es el síntoma principal del SAOS, por lo que ante la sospecha clínica, se indicará la necesidad de un estudio diagnóstico para confirmarlo.
Un 40% de los varones y un 20% de las mujeres roncan y la edad aumenta esta prevalencia.
La causa más frecuente del ronquido es la disminución del tono muscular de la faringe que produce una obstrucción parcial de la vía aérea durante el sueño. Fármacos sedantes (somníferos, antihistamínicos), alcohol y tabaco, cansancio entre otros son los que pueden producir el ronquido por este mecanismo. También influyen trastornos anatómicos como la obesidad, el aumento del tamaño del cuello, las grandes amígdalas y/o adenoides, las lenguas grandes y las úvulas (campanilla) aumentada de tamaño. Existen otras causas de ronquidos como el hipotiroidismo, la menopausia, los pólipos nasales y la desviación del tabique nasal y las alergias, entre otros.
Ante la existencia de ronquidos asociados a cese de la respiración (apneas), en un número mayor de 10 en una hora se debe acudir al médico para una valoración y diagnóstico del SAOS, especialmente si se acompaña de somnolencia diurna. Las apneas durante el sueño de 2-3 segundos de duración son fisiológicas, pero cuando son de mayor duración y con ronquidos añadidos es cuando debe pensarse en esta patología, que en la actualidad está infradiagnosticada. El paciente se acostumbra a los ronquidos y lo considera una forma de dormir sin pensar en una probable enfermedad asociada.
La mayor parte de los ronquidos tienen fácil solución:
Evitar sobrepeso
Evitar comidas copiosas por la noche
Evitar fármacos sedantes, antihistamínicos, hipnóticos y relajantes
Practicar ejercicio de forma regular
Consumir menos alcohol y tabaco
Dormir preferentemente de lado
Elevar la cabecera de la cama
Es importante informar al paciente de la corrección de los factores de riesgo e implicar a la familia en las decisiones previas.
Los roncadores crónicos diagnosticados de SAOS, además de las medidas descritas, se benefician del CPAP (presión positiva continua sobre la vía aérea nasal) así como de la corrección quirúrgica de anormalidades anatómicas como las amígdalas y adenoides grandes, grandes úvulas, desviación del tabique nasal y pólipos nasales entre otros.


Neumonías

Es la infección del parénquima pulmonar por diferentes agentes infecciosos (bacterias, virus, hongos y parásitos). La edad es el primer factor epidemiológico a tener en cuenta ante una neumonía, ya que cada grupo de edad se relaciona con unos microorganismos concretos.
Cómo se produce
Existen varios mecanismos de entrada de los agentes infecciosos:
Por microaspiración broncopulmonar a partir de las secreciones orofaríngeas: es el mecanismo más frecuente en la producción de neumonías
Por inhalación desde el aire de aerosoles contaminados (mecanismo más frecuente de neumonías víricas, por Coxiella, Legionella, Micoplasma o Chlamiydia)
Por diseminación sanguínea (neumonía por Stapilococcus en adictos a drogas por vía parenteral)
Por contigüidad, a partir de infecciones de estructuras u órganos cercanos al pulmón desde el exterior, a partir de heridas o tras cirugía (excepcional)
En todos estos casos se produce una alteración de los mecanismos de defensa pulmonares, así como una presencia excesiva de microbios que sobrepasan estos mecanismos.
Sintomatología
En función de si el contagio ha sido o no en el hospital, se distinguen dos grandes grupos de neumonías:
Neumonías adquiridas en la comunidad
Neumonías intrahospitalarias (mínimo tras 72h de hospitalización)
1. Neumonías adquiridas en la comunidad (extrahospitalarias):
Síndrome típico: Viene precedido de un cuadro viral después del cual se inicia de forma brusca fiebre elevada, tos productiva, dolor pleurítico en punta de costado que aumenta con la tos y con la inspiración profunda, escalofríos y disnea. En un 10-15% se puede identificar un herpes labial.
Es característica de Streptococcus pneumoniae y de Haemophilus influenzae.
Síndrome atípico: Inicio más insidioso, con fiebre sin escalofríos, tos irritativa y síntomas extrapulmonares como cefalea, mialgias, artralgias, dolor de garganta, náuseas, vómitos y diarreas.
Es típico de Micoplasma pneumoniae y Chlamydia.
En ancianos, esta diferenciación no sueles ser tan clara, pudiendo presentarse una neumonía sin fiebre ni escalofríos ni disnea, y cursar con alteraciones del estado de consciencia y otros síntomas y signos inespecíficos.
2. Neumonías intrahospitalarias:
Puede presentarse de forma similar a las neumonías extrahospitalarias, ya sea como la forma típica con fiebre, escalofríos y tos productiva o en otras ocasiones, la clínica es muy escasa y de inicio más lento. Según la patología de base del paciente ingresado, predominan unos agentes infecciosos u otros (p.ej es frecuente la neumonía por E.coli en diabéticos).
Diagnóstico
Se requiere la realización de una radiografía de tórax ante la sospecha de una neumonía para poderla diagnosticar. Las neumonías extrahospitalarias típicas, se presentan con un patrón característico que es el de una condensación alveolar con broncograma aéreo (en un 80% de los casos se habrá podido auscultar en el paciente en forma de crepitantes pulmonares). Las atípicas se presentan radiológicamente con un infiltrado intersticial, siendo característica la disociación clínica –radiológica (la exploración física suele ser normal).
No existen patrones radiográficos concretos que permitan identificar el agente infeccioso.
El examen de esputo tiene una rentabilidad baja, ya sea por la contaminación normal de la flora orofaríngea como por la administración previa de antibióticos..
El cultivo del esputo sólo es positivo en la mitad de las neumonías bacterianas.
Existen técnicas inmunológicas para intentar identificar los agentes infecciosos a partir del esputo la sangre y la orina.
Tratamiento
Consiste en la utilización de antibióticos en función del paciente a tratar, que puede ser empírico (no se conoce el germen causal) o específico si se ha reconocido el agente infeccioso.
En el caso de las neumonías adquiridas en la comunidad, el tratamiento suele ser empírico con una duración de 7-10 días.
El tratamiento antibiótico debe acompañarse de una serie de medidas generales como el reposo, el abandono del hábito tabáquico, la hidratación adecuada y analgesia para la fiebre y/o el dolor pleurítico.
En casos en los que el paciente cumple dos más criterios de los siguientes : alteración importante en la radiografía de tórax (afectación de más de un lóbulo o bilateral, derrame pleural o cavitación pulmonar), problemas para seguir el tratamiento en el domicilio, falta de tolerancia al tratamiento oral, descompensación de su enfermedad de base y/o inmunodepresión, debe ser derivado a un centro hospitalario para su tratamiento.




















































 

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